19 de diciembre de 2012

Sueño LIII: Donde el amor no se puede

Era una nevera. No hubiera podido elegir sitio peor para el 4, el día que marcaría el antes y el después. Se había estropeado la calefacción del bistró de la librería en la que habían quedado para reconocer lo que sólo habían imaginado. Él no acertaba las teclas del MAC con los dedos rígidos por el frío. Ella escondía las manos –y el temblor- en una bufanda enrollada. Se hablaron con los ojos fijos en la pantalla del ordenador. El reconocimiento se limitó a sus voces y a un fugaz roce, brazo contra pecho, delicada y efímera fricción. Un café, dos paseos, cuatro cañas y tres tropezones más tarde, todo terminó en Salidas de la T1. Según despegaba su avión, todo había vuelto al lugar en el que estuvo hasta ese día y en el que –entonces creía- el amor era posible: el de la realidad que no es.  

Pasaron el 5, el 6 y el 8 soñando diseños y confidencias. El 11 y el 13 imaginando promesas. El 14, el 15, el 16, intercambiando imágenes, números, notas. El 18...

Atardecía en Madrid y ella iba a pasar la noche sola. La nevera vacía, tras una ducha rápida se calzó Converse y vaquero y se acercó a la frutería de Manolo a por unos tomates, lechuga y un par de manzanas. Cargada con la frugal cena se encaminó de vuelta a casa cuando algo la detuvo en seco frente al ventanal del bar de la esquina. Las manos no pudieron sostener la bolsa. Rodaron las verduras por la acera. Detrás del cristal, sentado solo en una pequeña mesa, él hacía dibujos con el dedo sobre el vaho de un vaso de whisky helado.
De pié, uno frente a otro, los 7 grados de la calle eran una brisa cálida de finales de junio cuando subieron a casa. ¿Para qué las palabras? Bastaban sus ojos en los ojos del otro. Sólo sus oídos deleitándose con la hondura de cada suspiro entrecortado y el sonido del apetito común. Sobraba con la piel y el calor de los cuerpos; con el vestido de sus tatuajes y la luz de las velas que teñían de color pajizo el blanco edredón. La ropa tirada en el suelo, sólo quedó sobre la silla del balcón un regalo: la camiseta verde que él traía puesta para ella.
Entonces se conocieron despacio, sin prisas, acariciándose primero con la yema de los dedos, descubriéndose palmo a palmo con las manos y rozándose con los labios después. Ella saboreó la tinta de su nuca y sus muñecas. Él gozó de su boca y de la cicatriz azul de su cadera. Pequeños bocados de deseo que convirtieron las ganas en incendio cuando no quedaba más que un rincón por aprender. Ella derretida, él levantado en roca, se abandonaron sobre las cálidas plumas doradas por la ardiente cera. Lentamente aún, sin premura, él descubrió milímetro a milímetro su profundidad. Fue en la primera, la más prolongada, la más suave fusión. Incursión dócil a la que siguieron oleadas cada vez más deliciosas e intensas que multiplicaron por mil el aleteo de las mariposas verdes escapadas de su bajo vientre e instaladas en el desbocado pecho de él. Y a cada latido y a cada batir de alas, se embrutecieron las acometidas cubiertas de sudor que los iban disolviendo en uno, que los diluían en un cuerpo a punto de morir de delirio y placer cuando se vertieron sincronizados en un momento único, irrepetible, perfecto.  
Abrazados, durmieron difuminados en una caricia paralizada y perpetua. 

Al salir el sol, notó que bajo la sábana ya nadie sujetaba sus pies. Se levantó y susurró su nombre, con la voz de cazalla del despertar, en el baño, en el salón, en la cocina. Cuando volvió al dormitorio miró el edredón, de nuevo blanco; no había ropa en el suelo ni camiseta verde en la silla del balcón. Entonces comprendió. Sólo había sido un sueño… delicioso, incendiado, dulce, brutal, pero un sueño otra vez. Todo había vuelto de nuevo a ese jodido lugar en el que el amor no se puede: el de la realidad hipotética, virtual... el de la realidad que no es.
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13 de noviembre de 2012

Sueño LII: Ay Petraeus!

A pesar de la química, han vuelto los sueños a las noches de Loto. En el de ayer, su ex compañero y mejor amigo se convirtió en portada de un diario de tirada nacional y objeto de debate sobre la ética de esta profesión en crisis, que algunos intentamos volver a profesar contra el viento de la experiencia que no se paga y la marea de los infrasalarios que no se deberían pagar.

Él –tú ya sabes quién eres, querido- se liaba con una colega de prensa del extinto ministerio de Vivienda. Uno más de los muchos affaires del roce laboral. Pero, en esta ocasión, tuvo la friega la mala fortuna de toparse con un avispado periodista de investigación. Una tarde, tras el polvo apasionado y rapidito de hotel, antes de regresar al olivo propio, tomaban los mochuelos un café en el bar perdido en el que nadie les podría reconocer. Sonrisa perenne y ojitos de cordero degollao, el acaramelamiento les hizo olvidar en la mesa la factura del hospedaje de los afectos vespertinos. El avispado periodista de investigación, que había escuchado la conversación de los amantes desde una mesa contigua, recuperó la cuenta y, en un taxi de los de COPE y cristo redentor en el salpicadero, se acercó raudo al hotel dónde, haciéndose pasar por policía –no sé si dije que era un avispado periodista de investigación- consiguió las grabaciones de las cámaras de vigilancia.

Al día siguiente el compañero de Loto y su amante eran portada en La Vanguardia y su video -10 segundos de entrada furtiva en una habitación-  se había convertido en TT con miles de visitas en la página web. Él estaba hundido. Loto, enfurecida. Pero ¿qué coño de periodismo es este? ¿qué mierda pasa con esta profesión? Poseída por la rabia, se lanzó a las redes sociales a tratar de frenar, con apenas medio centenar de seguidores, la afrenta. Intentó convencer a los soberbios gurús de los 140 caracteres de lo absurdo de la noticia… pero ¡no hubo manera! A él le rompieron la vida. A Loto... a Loto se le quitaron las ganas un poco más. 

Otra pesadilla de los tiempos en el regreso a los brazos de Morfeo. ¿Quién mandaría a Loto interesarse, antes de dormir, por los lances del General Petraeus?
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25 de octubre de 2012

El problema no es la huerta sino el hortelano

Un día me contó mi abuelo, mi centenario abuelo, la historia de un pariente lejano, Salustiano Iglesias, Salus para los amigos. Inteligente emprendedor de finales del  XIX, importó una brillante idea y fundó en España la huerta del tomate obrero. Empezó con un pequeño terreno que se encargaba de servir tomates a precios asequibles a quienes contribuían a su cuidado: la clase trabajadora de la Revolución Industrial.

Funcionó tan bien durante tanto tiempo que las tomateras crecieron y la huerta se convirtió en invernadero: pepinos, lechugas, calabacines, berenjenas, acelgas… Atendida la verdura con mimo por los curritos que participaban del negocio, la compañía se convirtió en una amenaza para otros productores que, tras la Guerra Civil española, consiguieron que la dictadura franquista ilegalizara la empresa para que sólo se alimentaran los que pagaban bien. Los herederos: hijo y sobrinos de Salustiano, gente noble, valiente y combativa, decidieron sin embargo mantener la empresa a escondidas, en un mar de plásticos clandestinos, de forma que, cien años después de su creación, muerto y enterrado ya el dictador, la huerta se convirtió en la primera verdulería de España, con producción propia, calidad óptima y el precio más competitivo.

Por aquel entonces, finales del siglo XX, el negocio ya estaba en manos de Salustiano González, el nieto de Salus. Un chico formado, con un par de carreras y algún que otro master. Viajado, listo, carismático, extendió el negocio a Europa ya con su nuevo logo: un tomate sobre una mano roja. Llegó la modernidad a la empresa, a la Tomatera Salustiano de los Hortelanos Obreros de España –la TSHOE- que cambió la filosofía del cultivo social por otra más acorde a los tiempos: el libre mercado. Los tomates seguían siendo los mejores pero, gobernados por la ley de la oferta y la demanda, comenzaron los vaivenes. Subían los tomates, bajaban los rábanos, se disparaba el precio del calabacín… El producto dejó de ser aquel bien cercano al pueblo que con tanta ternura lo había cultivado.

Dos presidentes más pasaron por la empresa tras la dimisión, tan sensata como tardía, de Salustiano III. Uno apenas aguantó tres años sin conseguir reflotarla. Otro, un leonés, pariente lejano de la familia, de bonitos ojos y mejor talante, volvió a llevarla a lo más alto en un periodo de algo más de 6 años en los que la ciudadanía saboreó de nuevo, al mejor precio, el mejor tomate hortelano. No supo sin embargo el joven anticiparse a la crisis verdulera norteamericana y la tomatera cayó en picado, con amenaza de quiebra.

En la actualidad, con una economía que no levanta cabeza, la TSHOE ya sólo mantiene dos huertas: una en Andalucía y otra, mucho más humilde, en Asturias... y ¡los tomates se siguen sin vender! Los acreedores se frotan las manos pero no quiere verlo su ciego gobernador, un hombre experimentado, consejero delegado en todas las presidencias de la empresa desde la mejor época de Salustiano González, a quien regala los oídos su camarilla de directores de producción, negocio y marketing... que ven todavía menos que él. No es que los tomates sean caros y hayan perdido su tradicional calidad. Es que ya no los quieren ni quienes los cultivaron. Y a pesar de que algunos le han pedido que lo deje, que se marche, que el pueblo necesita la verdura más que nunca, él  ha respondido hoy en una emisora de radio que “no”, que "el problema no es del hortelano, sino de la huerta"… ¡de la huerta!

Mi abuelo centenario me ha llamado y, entre lamentos, me ha recordado la frase de otro histórico de la compañía, un tal Tierno Galván: “el poder es como un explosivo; o se maneja bien o estalla”. ¡Ay -se ha quejado el abuelo antes de colgar- si el pobre Salus levantara la cabeza!
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22 de octubre de 2012

Bienvenido Alonso

Sin prisas. Llegaste cuando te tocaba. En medio de la quietud de una madrugada de calabobos, cambiaste el cálido líquido del vientre por el frío gaseoso de la vida… con tantas ganas de comértela que apenas tardaste unos segundos en engancharte a ella, en aspirarla a sorbos del pecho de tu madre cuando tu suave pelo negro y tu piel melocotón aún conservaban trazos del pegajoso brebaje de su esencia.
Sólo habían pasado dos horas desde el final del viernes en el que el otoño se instaló definitivamente en Madrid, tu casa. Un viernes en el que constatamos lo que ya sabíamos: lo difícil que nos ha puesto los tiempos la apisonadora del poder. Alemania, con unas elecciones a la vista, nos robaba en Bruselas la posibilidad de que rescatarnos -¡rescatarnos, ya ves qué tontería!- fuese un poco menos caro... y aquí nos rebelábamos contra el brutal sometimiento convocando una huelga general para cuando tú hayas cumplido 25 días. Ni un mes desde el 20 de octubre, en el que, mientras este país celebraba un año sin la barbarie terrorista de ETA, otro cercano, el mágico país de los cedros, se asomaba al terror de la guerra por culpa de una bomba asesina.
¿Pero qué importancia podía tener todo eso cuando viniste a las 2 de la madrugada? ¿Qué más daban los recortes, Líbano, Merkel, el MEDE, Rajoy, mirando esa mirada tuya tan llena de pestañas, ganas y preguntas? Llegaste redentor, con tanta luz en una noche sin luna que nos obligaste a olvidar… recordándonos la pelea por venir para que jamás te ensucien todas esas miserias.
Y no te rozarán mientras esté la valiente que te enchufó a la vida; mientras tengas cerca a esas dos lobeznas con corazón de koala que ya te han convertido en el Nenuco que les faltaba, ese al que dar amor; no se atreverán a asomar mientras yo pueda seguir sanándome en tu mirada inocente y limpia. Y no serán tus miserias -jamás- mientras esté la que nunca va a dejar de estar: la que vigila, la que ama, la que nos hizo a todas el regalo de la fuerza que forjó a lo largo de una vida que ahora también es, gracias a ella, la tuya.
Bienvenido Alonso.
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16 de octubre de 2012

El alma, el corazón... y el dinero

2008. “No hay crisis, sino una suave desaceleración”

Eran la pareja perfecta, la única en la que el dicho “estaban hechos el uno para el otro” no era sólo una forma de hablar. Ella sentía al ritmo de sus latidos; él se entusiasmaba cuando ella reía y se entregaba a la paz con su quietud. Ignorantes, era el suyo un entendimiento pleno. Sincronizados, el corazón vivía la intensidad de ella; el alma soñaba enérgica con la vitalidad de él.

2010. “Navegamos en aguas sin cartografiar”

Un golpe, dos “ay”, una risa, otra, dos golpes más. Entre palos y penas, peleaba el alma con fuerza. Y su lucha... desbocó al corazón. Ella ya sabía. Él todavía no... y erraba agitado, en un cada vez más costoso palpitar, entre sus insomnios y las incomprensibles pesadillas de ella. 

2012. “Son decisiones difíciles, pero necesarias”

Agravada la disputa desigual, la última derrota del alma fue letal para el corazón. Ni sístole. Ni diástole. Pero ella ¡no podía dejarlo ir! Sabia que no podía ser sin él y, por él, se sacrificó consciente de lo que el sacrificio significaba. 
La Química los volvió a sincronizar.
El corazón sobrevivió a golpe de pastilla. La misma que robó al alma... la capacidad de soñar. 
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25 de septiembre de 2012

El 25-S y las torpezas de la topera

No hay más ciego que el que no quiere ver, pero no hay refrán antiguo sino mentira vieja y la prueba está en quienes llevan 9 meses dando palos de ciego con la torpeza del topo abandonado por l´Infant Terrible en una cancha de baloncesto. No es que no quieran… ¡es que no ven! Y a pesar de que saben que otros han caído o están cayendo en el intento, ellos siguen buscando la salida en el suelo; tratando de meter el morro a través del barniz del parquet imposible de romper.

Grecia: dos rescates y cinco planes de ajuste después, su continuidad en el Euro está en la cuerda floja, la tasa de paro roza el 22%, y el PIB acumula una caída del cercana al 14%,  han aumentado suicidios y emigración, se ha deteriorado la salud… es un país en quiebra. Portugal: un rescate de 80.000 millones y cuatro planes de austeridad después, ha alcanzado cifras record en emigración, el desempleo se ha disparado al 15%, es un estado torturado con una calificación de 'bono basura'.

¡Y ese es el camino a seguir!  El de la quimera que nos impone quien está sacando pingües beneficios del sufrimiento que, sin embargo, sí mantiene despiertos y con los ojos bien abiertos a millones. Cientos de miles en Portugal han conseguido frenar la cabezonería del topo Passos Coelho. En España tenemos hoy una  oportunidad para que escuchen los que no ven, en una acción que -paradójicamente- ha promovido otra ciega.

La inteligente mudanza del hoy octogenario Adolfo Suarez, que trasladó la sede de la Presidencia del Gobierno a la inexpugnable fortaleza de La Moncloa, quizás tenga parte de culpa en que el lema de la protesta no sea ‘Rodea la Moncloa’, sino ‘Rodea el Congreso’. Pero la verdadera responsabilidad hay que buscarla en la torpeza de la topillo Cifuentes que, a finales de invierno, ante la sentada pacífica del hartazgo, decidió envolver en celofán la Cámara Alta. Incluso durante el calor de agosto, cuando no quedaba nadie dentro, la delegada del Gobierno mantuvo el cerco de vallas azules en una provocación legítimamente interpretada como el secuestro de lo que es de todos. Nuestro es el Parlamento, sede de la soberanía popular,  aunque lo hayamos arrendado durante cuatro años a ciegos y obtusos…  pero también a quienes -¡ojalá!- hoy tengan el coraje de romper el desmesurado cerco policial para situarse al lado de la ciudadanía. Y lo que hoy ocurra allí será responsabilidad exclusiva de quién lo provocó... con poca vista y menor amplitud de miras.  

La topera con el suelo de parquet barnizado por el que algunos intentan meter el morro buscando una salida está en otro lado: unos 4 kilómetros al noroeste de la Carrera de San Jerónimo.

Dicho lo cual ¡nos vemos a las 6… rodeando a los que no ven!
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21 de septiembre de 2012

La más larga historia de amor

Ella terminaba su jornada laboral cuando se conocieron. No había sido un buen día después de otra noche sin dormir. Hacía calor a pesar de que el verano apuraba sus días de septiembre y, entre la congoja, los sudores y el sueño, estuvo a punto de hacer la ola cuando vio llegar el autobús. Apagó el cigarro en el asfalto y sacó el iPhone del bolso para entretener el trayecto mientras se acomodaba en uno de los últimos asientos. En ese momento una voz grave pero dulce, de acento francés, interrogó desde la puerta a su derecha: ¿es el augtovù que vá a T-cuatgo?

Ojos verdes tono semáforo, piel aceituna y pelo marrón roble con las vetas blancas de la madurez que embellece; vaquero azul maltratado, deportivas y una T-shirt holgada que mostraba un orgulloso brazo izquierdo arrastrando una maleta de ruedas. Apenas tardó medio segundo en girar la cabeza y hacer la radiografía; las mismas cinco décimas que necesitó para enamorarse mientras contestaba a su pregunta, con el índice moviéndose a derecha e izquierda: ¡no, no, no! 

¡Idiota. Tenía que haberle engañado! Pero el bote del corazón ralentizó la neurona y el medio segundo no bastó para la sibilina treta. Así que las puertas comenzaron a cerrarse cuando él, sin dejar de mirarla, se apeaba del autobús. Y, mientras ella -temerosa de que pudieran hacer daño a su hombre- gritaba arrebatada ¡CUIDADO! al conductor, la goma negra sólo logró rozar la camiseta blanca dejándolo marchar. Los pasajeros voltearon la cabeza para mirar a la histérica, pero la histérica... ya sólo tenía ojos para él.

Y a través de la ventanilla le señaló, con el dedo que no debía haber movido antes, dónde estaba la parada de su autobús. Y no dejó de observarle atontada mientras el vehículo se alejaba y él caminaba devolviéndole el sentimiento con los ojos verde semáforo fijos en ella y la boca de acento francés regalándole la sonrisa más limpia, cálida y tierna. Inseparables separados -ella en Madrid; él rumbo a París, tal vez a Lyon o a Tombuctú- después de tres segundos en los que se obsequiaron con todo el deseo, la entrega y todo el amor de la más larga historia... en la más breve. Mucho más que el tiempo que has empleado tú en leer el más cursi de los post.
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12 de septiembre de 2012

Sueño LI: Lo guardo para mí...

...porque ha sido intenso como pocos, desbordante, saturador; porque he disfrutado, reído ¡llorado! y porque me he dejado asombrar; porque, durmiendo, he estado más viva que nunca y el despertar ha sido un atraco a punta de pistola contra la pasión; y, sobre todo ¡sobre todo! porque no consigo acordarme de lo que soñé.
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7 de agosto de 2012

Sueño L: La pesadilla del periodismo espectral

Seminario periodístico en una casona de paredes de piedra gris y lúgubres pasillos de cemento. Loto ha preferido quedarse en la habitación de la segunda planta que comparte con sus dos queridas amigas de facultad mientras ellas asisten, en el sótano, a un curso sobre la importancia de contrastar la información antes de soltarla.

Aguarda organizando la ropa de su maleta cuando un agujero comienza a abrirse entre las camas dejándole ver, bajo un creciente remolino de bruma, lo que está ocurriendo en la bodega. ¡Horror! Allí no hay periodistas sino siniestros sacerdotes ataviados con largas y sobrecogedoras túnicas, oficiantes de una misa negra que pretende robar el alma a sus compañeras. ¡Y ellas sonríen sin darse cuenta!

Loto esquiva de un salto el agujero espectral y baja apresurada las escaleras mientras se le corta la respiración al sentir como extraños entes sin cuerpo rozan su piel erizándole el vello. Quieren impedirle que llegue hasta las chicas. Aterrorizada se zafa del fantasmagórico abrazo y consigue alcanzar la planta subterránea. Al fondo, sobre la puerta que da acceso al cursillo, ha aparecido un cáliz dorado sangrante. El miedo se convierte en pavor. Loto no puede mover el brazo para colocar su mano sobre el pomo y entrar.  El terror la ha convertido en piedra. Trata de gritar pero también se ha congelado su garganta. Y cuando una lágrima de frustración y pánico comienza a caer por su mejilla… ¡ea! la rubia y la morena salen tan pichis por la puerta, comentando entre risas lo interesante de la clase periodística.

Aterrador... pero no tanto como tratar de convencer a la pareja recién desalmada de que no habían sido imaginaciones suyas, de que había ocurrido en realidad, de que el buen periodismo… es ya pura fantasía.
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16 de julio de 2012

En resumen: respiro

Inspiro
Espiro. Te veo
Inspiro. Una mariposa de alas verdes se posa, suavemente, en mi barriga
Espiro. Un beso
Inspiro. El aleteo suave de una se convierte en la fiesta de mil
Espiro. Amas
Inspiro. Río. Deseo. Crezco. Soy Tu
Espiro. Y te alejas
Inspiro.
Espiro. ¿Dudas? Juegas
Inspiro. Te vas
Espiro. Me ahogo. No puedo respirar...
... 
... 
...
...inspiro!
Espiro
Inspiro. Lloras
Espiro. No quiero estar pero estoy
Inspiro. Derretida en el sexo de tu mentira interminable
Espiro. Y en la certeza de que nada volverá a ser como en la tercera inspiración 
Inspiro
Espiro. No puedo creer
Inspiro. Ni reir. Ni crecer. Ni respirar contigo
Espiro 
Inspiro. Un coito anal pagado con el préstamo de un billete falso de 50 euros
Espiro. Es la metáfora de ti
Inspiro. No quedan ganas ni posibilidad
Espiro. Ya no quiero ser tu
Inspiro
Espiro
Inspiro
Espiro
Inspiro...
Vuelvo a respirar
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20 de junio de 2012

Sueño XLIX: Pesadilla contemporanea

Esta noche se ha quedado vacía la empresa.
Nos han despedido a todos... A todos ¡menos al jefe!
- Ya 
- Vale 
- Se veía venir 
La pesadilla ha comenzado cuando, conscientes de que no había plan B, se han revolucionado histéricas las neuronas, atrapadas en la habitación oscura de humedad asfixiante, paredes forradas de yedra salvaje y suelo acolchado de hierba silvestre. 
Qué agobiante el think tank neuronal:  
¿Cómo como? ¿cómo comemos? ¿Cómo coño voy a dar de comer?
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28 de mayo de 2012

Encabronamiento general

Cerca de las 11 de la noche del domingo. El vecino del cuarto, ese que cada mañana despierta a sus hijos al grito de “¡vengaa gilipollas! ¿qué cojones estáis haciendo?”, llama cuidadosamente a mi puerta con los nudillos. Le invito a pasar para atenderle como  presidenta de Escalera que soy, pero –según se cierra la puerta a nuestras espaldas- me convierte en uno de sus retoños atemorizado por los alaraidos matinales del armario de 2 metros de largo por 1 de ancho. “Tú no puedes hacer eso” –CHILLA- “eres una cabezona” -insulta... y amenaza con llevarme a los tribunales por cometer la torpeza de buzonear un acta con membrete del administrador en la que modifico el párrafo con premio de 100.500 € para la empresa X e -imagino- su consecuente comisión. Lo invito a salir: "en esta casa los únicos gritos que se escuchan son los que tu das cada mañana, haz el favor de marcharte”. Tarda un rato, sigue gritando mientras espero con la puerta abierta e insisto: “te he dicho que salgas de mi casa”. Y, justo antes de que la adrenalina convierta en incendio mi cara, baja la cabeza y se va.

Duermo fatal.

Lunes, 11 y cuarto de la mañana. Paro el coche en un semáforo y aprovecho para contestar el último whatsapp. En el carril contrario obedecen al rojo dos motoristas de paisano. Ella -gorda, rubia, con coleta, gafas de sol y casco- me dice “no” con el dedo índice. Pongo cara de extrañeza. Abre su boca buzón y me CHILLA -“¿te lo digo por escrito?!” mientras se levanta el suéter para enseñarme unos fofos y blanquecinos michelines y un negro y duro pistolón. Estoy a punto de abrir la boca… pero comprendo rápido que lo inteligente es callar. El incendio arrasa mis mejillas cuando arranco y la impotencia se asoma a mis ojos en forma de hirvientes goterones con sabor a sal.

Me meto a Pilates. Oommmm

Lunes, mediodía. Un encanto de abogado al teléfono me tranquiliza sobre la amenaza de denuncia por falsedad documental del armario del cuarto. Me relajo con un café pero equivoco el pasatiempo. Abro Twitter y me pitan los oídos, como cuando terminó aquel atronador concierto. Me CHILLAN mil tuits:  “no va a haber rescate europeo”; “la alternativa a esto es quebrar”; #VaArepreguntarTuPutaMadre! Ya está. Ya soy como el resto... otra víctima del secuestro en espiral del encabronamiento generalizado.

Me voy al trabajo. No voy CHILLAR. A nadie. Yo no.
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3 de mayo de 2012

Sin palabra

Acudí bajo el puente con la intención de abrir la boca tan grande que el dolor de los huesos fuera de sitio desahogara un grito aún más fuerte. Me acerqué, con la sangre envenenada por el mordisco que un día me dio la profesión, a pedir que me devolvieran lo que yo sola gané con las horas y el corazón que otro me prestó. Llegué tarde adrede... con la esperanza de que mi voz no fuera la única.
Y no lo fue.
Allí estaba él. El demonio. El que robó lo mío y le quitó a otro mis horas y un trozo de corazón estaba detrás de mí… y ¡gritaba lo mismo que yo!
El asombró paralizó mi boca, no pude romper la mandíbula y la rabia se transformó en el hielo que me congeló la voz. ¿Cómo se puede ser tan hipócrita, Antonio? ¿Cómo tan diabólicamente indecente para sumar tu grito al de los enmudecidos por pusilánimes advenedizos como tú?
Sin palabra.
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22 de abril de 2012

123 días: la respuesta no puede ser un hashtag!

Es innegable que las redes sociales lo están cambiando todo.  La primavera árabe fue la primera y amable constatación de un fenómeno que, en España, se ha traducido hace unos días en un gesto histórico. Cuesta imaginar el “lo siento, me he equivocado, no volverá a ocurrir” con 4 editoriales en la prensa y sin la riada de broncas, chiflas, críticas e indignaciones aparecidas en Twitter tras la vergonzante cacería del Rey.

Pero, reales humillaciones al margen,  ¿de qué nos está sirviendo tanto grito en 140 caracteres? ¿Para qué tanto  hashtag peleón si, cuatro meses después de la toma de posesión del Gobierno de la “recortelogía” –como califica Maruja Torres- la situación no hace sino ir a peor?

Arrancaron fuerte, en enero, rebajando nuestro poder adquisitivo y el #nollegoafindemes de los pensionistas a los que no iban a tocar. No, no fue la #primeramentira, no subieron los impuestos, sólo fue una “equitativa subida del #IRPF” para tapar el agujero fiscal recibido de la  #herencia socialista. Herencia contra la que, a finales de ese mismo mes, #Wertgüenza propuso favorecer el regreso del crucifijo a las aulas frente a #EPC y el #centristaGallardon, con su #violenciaestructural, el regreso de las mujeres que no pueden -o sencillamente no quieren- ser madres a prisión.  
Con febrero llegó el #decretazolaboral, la reforma que desnudó al trabajador frente al empresario y a la que, esta vez sí, se respondió el #29fhuelgageneral. Pero el Gobierno siguió adelante con su #sordera  y, en marzo,  nos golpeó con los #PGE más restrictivos de la historia de la democracia: los #recortesPP o eufemísticos #ajustes que vaciaron la Cooperación o las inversiones generadoras de empleo, pero que premiaron, con una escandalosa #amnistiafiscal, a quienes a base de #defraudaygana dejaron impunemente vacías nuestras arcas. 
Reapareció entonces #sinWertguenza con una propuesta para que nuestros hijos “se socialicen mejor” masificando las aulas. Y nos propuso #SorayaPP una #leydetransparencia, a pesar de la cual,  con nocturnidad y extranjería, nos llegó la bofetada más dura. 10.000 millones menos para las joyas del Estado del Bienestar con el  #repago sanitario -“ocho cafés al mes”  y  el  #tasazo universitario; ambos necesarios -según la número 3 del PP- para “mantener una Sanidad y una Educación univesarles, gratuitas y públicas”. Tan necesarios para salir de la crisis como lo será, para tapar sus burdas mentiras, el doloroso y triste #decretazoRTVE

Los partidistas  #vanaportodo y #nohandejadonada son el colmo de la coña, la broma de mal gusto, tras 4 meses de hashtag enfurecidos, indignados... y 123 días de un gobierno ciego que no está arreglando nada pero lo está empeorando todo. Siguen creciendo las cifras del paro, se mantiene disparada la prima de riesgo, aún son negras las previsiones del FMI y apocalípticas las de grandes economistas que, como Paul Krugman- advierten:  “ya no se puede hablar de recesión; España se encuentra en una depresión en toda regla”.

No hace mucho, no recuerdo dónde, leí algo sobre la crisis y la pérdida del poder popular. Desahoguémonos en los 140 caracteres, pero hagamos algo que sirva para algo más que para una simplona humillación Real. La respuesta al empobrecimiento, el retroceso y la pérdida de libertad... no puede ser un simple hashtag!
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10 de abril de 2012

J.D. Silver Select

Sujeto pasivo de la crisis  ¡qué difícil es tirar del carro -niño mío- sin dejarse en las complicaciones, que se nos suman sin querer, un buen jirón de todo y el todo de lo que no hay! ¡Cómo se complica el avanzar en este estrecho espacio que ya no es de dos sino de tres… o de cuatro!  Seguro que no del uno al que cada minuto se le convierte, en el saldo con comisión del cajero automático, en un nudo en la barriga y una aterrorizada perspectiva del ¡ay... mi niño!

Menos mal que está él y están sus paréntesis…
… que transforman, con amarilla transparencia, en dorado el  gris...
… que convierten la sonrisa tibia de la mañana de primavera, cuando se ha helado, en el ardor doloroso de la lumbre el instante antes de que empiece a quemar.

Y ¿qué hago si sé que sus tiempos amables sólo duran el ratito en el que la nebulosa amnésica se transforma en Orfidal? ¿qué hago si sé que se van a ir dejándome la misma grisura plateada, el mismo hielo y el mismo saldo con comisión en el cajero automático?

Me quedo contigo, niño.
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4 de abril de 2012

Dudas retóricas de analfabeta analítica

Mis neuronas no se formaron en la cifra y el concepto matemático nunca quiso formar parte de mi pensamiento… generalmente irracional. Pero hay cuestiones que ni siquiera necesitan de neuronas para ser comprendidas y resueltas. 

Una economía en recesión no puede cambiar de signo si no invierte. Si el Estado recorta en 5.400 millones el gasto en infraestructura ¿cómo va a generar empleo?  Y si abarata el despido al empresario ahogado por la falta de ingresos  ¿no despedirá en lugar de contratar? Si no hay empleados ¿quién produce? ¿quién consume? Si una economía ni consume ni produce, es imposible que crezca.

En Alemania deben de estar encantados con un gobierno que reconoce que su desvelo no es nuestro bienestar sino “primero el déficit, segundo el déficit y tercero el déficit” como impone Bruselas... Y con un presidente que, en un alarde de honestidad,  ha calificado los Presupuestos Generales del Estado de “duros, dolorosos  y difíciles” para admitir -eso sí que duele- que “no producirán efectos en el corto plazo”. Ha aventurado que llegarán “en el medio”…  pero –y aquí la retórica crucial- ¿qué futuro puede tener una economía que mete la tijera en Educación, Desarrollo e Investigación?

Ojalá  este analfabetismo económico haga cierta la afirmación de Rajoy porque… ¿y si no es así? ¿y si se está equivocando como comprueba estos días Passos Coelho un año después del duro ajuste portugués que no arregló  nada ni en el corto ni en el medio? ¿Qué sucederá entonces en nuestro país? ¿Qué pasará  si descubren que todo ha servido para nada... más que para empeorarlo todo?  

En estas últimas dudas, lamentablemente no hay retórica sino congoja... una congoja de mas de 27.000 millones de euros y 5 millones de parados. 
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28 de marzo de 2012

Dos problemas

Óscar tiene en la hucha 6 euros. Si saca 1,25 ¿cuánto le queda? Con el dinero que ha sacado se compra tres cuadernos de 20 céntimos y una goma de 15, ¿cuánto dinero le sobró del que sacó? Este dinero que le sobró lo pone de nuevo en la hucha, ¿cuánto dinero tiene ahora?

Una economía en recesión y una cifra cercana a los 5 millones de parados ¿Qué hace un empresario, sin inyección de crédito, para sanear las cuentas de su empresa tras 9 meses de caída de ingresos? Si el Gobierno ha legislado para que pueda despedir a sus empleados con 20 días por año trabajado hasta un máximo de 12 mensualidades ¿contratará el empresario nuevos empleados o se quitará de en medio a los que tiene? El decretazo del Gobierno, la Reforma Laboral ¿servirá para crear nuevos puestos de trabajo o fomentará su destrucción?

¿Qué problema es más sencillo?
El primero es cuestion de restar y sumar.
En el segundo las respuestas ni siquiera necesitan de operaciones... pero hay que operar para obtener la solución:  29M Huelga General!
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21 de marzo de 2012

Sueño XLVIII: La lluvia se llevó el nido

Has vuelto esta noche. Con la camisa de cuadros arremangada a la altura del bíceps y una sonrisa tan limpia como la de siempre. Y te lo has currado. Has pintado conmigo, has limpiado, has cargado, has montado, has colgado… conmigo. Hemos dado otro aire, con la ayuda de una prestigiosa decoradora gafapasta, a la casa sesentera de mi madre, nuestra casa. Hemos tirado los sofás de escay y los cuadros de marco dorado y paisaje ilocalizable; hemos cambiado la colcha de guatiné por una manta blanca de lana y las lámparas de lágrimas por velas blancas; hemos cubierto la pared con dos alfombras de esparto marroquí… pero no ha habido forma de deshacerse de la mesa camilla. La retirábamos y volvía a aparecer, antigua y roja.

De madrugada, la lluvia se ha llevado el sueño y ha enterrado el nido en la tierra mojada. Después, con los ojos como platos, me he devanado los sesos pensando cómo se corta la masa de hojaldre para que al enrollarla te salga un cruasán.
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13 de marzo de 2012

Guerracivilismo mediático

¿Quién no ha sentido alguna vez el porqué de nuestro vergonzante millón de muertos? ¿Quíen no ha experimentado, aunque sea ligeramente, en el fragor de la bronca política casera, el porqué de nuestra Guerra Civil?

Somos un país pasional y no es un tópico. Somos obstinados, testarudos, en la defensa de lo que creemos. Pero, como en todo y siempre,  hay cabezones inofensivos y…  hay cazurros muy muy peligrosos.

Es cabezota quien ha perdido a un hijo en una masacre y se instala en la demanda permanente de que se esclarezca hasta la identidad del dueño de la seda dental aparecida en lugar del atentado… tan obstinado como quien exige que se deje en paz a los muertos para que cicatrice la herida. Es cazurro -y muy pernicioso- quien se ofusca en cualquiera de esas circunstancias sin haberlas sufrido e institucionaliza la cabezonería para justificar errores periodísticos o convertir en verdaderos meros argumentos políticos.

Es cabezón el empleado que teme perder su empleo con una Reforma Laboral que legaliza el despido gratuito, el parado que no confía en la receta ultraliberal para recuperar su empleo…. tan testarudo como el empresario que confía en los cambios para  la prosperidad de su empresa.  Es cazurro - y peligroso-  quien ataca desde la tribuna mediática al obstinado por el mero hecho de defender su derecho constitucional a la pataleta descalificando a lo que hoy día sigue siendo una institución democrática –nos guste o no- cuya legitimidad se asienta, entre otros, en la defensa de ese derecho que se llama “huelga general”.

Es cabezota el joven desencantado que sale a la calle a manifestar su desencanto... como lo es el encantado que arremete contra quien huye de la estabilidad, la permanencia o el conservadurismo. Es cazurro –y asusta mucho- la utilización guerracivilista del cabreo individual expresado de forma colectiva… la desacreditación de la mitad que piensa distinto acusándola de fomentar el incendio con portadas incendiarias, como ocurrió con las protestas estudiantiles de Valencia.  

¿Quién no ha sentido alguna vez el miedo a que se repita lo que nunca debió ocurrir? Sigamos siendo pasionales, obstinados, testarudos… pero –por favor- desterremos la cazurronería  desde la tolerancia y, sobre todo, desde la responsabilidad. 
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9 de marzo de 2012

Ya no hay nadie allí...

...en aquel espacio de pasiones y delirios del que escapé en la prórroga. Sólo después de que se hubieran extinguido los siglos de energía consumidos aguardando a que volvieras.
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24 de febrero de 2012

Sueño XLVII: El que no sé si quiero escribir

Aparcamos junto al ventanal sin cristales de la cuarta planta del parking.
Él salió del coche y, con la valentía de quien no sabe de peligros, se puso a jugar en el quicio del precipicio.
Le llamé la atención -¡ten cuidado!- mientras cerraba el coche.
Y, cuando me acerqué para alejarlo de la caída, me miró con su linda carita y me dedicó su mejor sonrisa.
Después... cayó.

En otro mal sueño habría despertado antes de que tocara el suelo.
En este… no.

Alargué mi mano hacia su mano... pero sólo tuve tiempo de verlo caer.
Y lo ví estamparse contra la acera.
Y escuche el impacto
Y sentí el golpe en mis vísceras.
Desde arriba, lo amé roto boca abajo.

Insufrible, antes de que la incapacidad para seguir sufriendo
me devolviese a la vigilia al fin, fue el esfuerzo de su último aliento.
La última energía que empleo en girarse…
…para volver a dedicarme, desde abajo y con su linda carita intacta, su sonrisa mejor.
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21 de febrero de 2012

Alberto, Reina del disfraz

Se le acabó el carnaval a la Reina. Después de currarse el disfraz de moderación construido con sedas de silencios y tules de falsedad; después de trabajarse con esmero a los amigos y de utilizarlos con poderío en los medios…  consiguió el título la Drag y no esperó a la llegada de la Cuaresma para hacer trizas la careta.

Se oponía en público a las políticas extremas de su partido… pero en privado seguía manejando con soltura la campanilla con la que acudía raudo el sirviente. Criticaba con elegancia a sus rivales en público, cuando en privado los machacaba imponiéndoles el veto en medios, en principio independientes y de izquierdas, que salvaguardaron su honor tapando la boca  a sus trabajadores.  Defendía a los vulnerables aupando en público a los jóvenes, a las mujeres…  mientras, en privado y escondiendo a sus mujeres jóvenes, escupía sapos contra sus colaboradores y colaboradoras… alguna -costurera eficiente del embozo progresista- abandonada cual colilla y recambiada por otra más tierna cuando el disfraz comenzó a dar calor.

Y el título ardía tanto que se lo quitó enseguida.  Sin disimulos anunciando primero el regreso a la clandestinidad de miles de mujeres a las que las circunstancias no permiten erigirse –ya les gustaría-  en hipócritas defensoras de los valores de la Familia tradicional… ¡como él!

Esta mañana la Reina del Carnaval se ha convertido en Doña Cuaresma en una entrevista en RNE. Preguntado el ministro por los condenables y tristes acontecimientos del IES LLuis Vives de Valencia, tres escupitajos a la inteligencia: “no debemos acostumbrarnos a que la voz se convierta en grito”; lo que hicieron quienes sólo quieren un poco de calor en clase "no es derecho de manifestación” sino el “ejercicio de la fuerza contra quienes protegen nuestros derechos" y -demencial- ese comportamiento debe tener “el mismo reproche, aunque la respuesta penal sea distinta, si lo realiza una persona mayor o menor de edad”.  Habría que preguntarle si aplicará ese mismo criterio cuando reforme la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

En fín…. que eligió el suicidio Don Carnal para anticiparnos un ayuno de derechos y libertades. Los que defendió cuando quiso que le quisieran por su disfraz de tolerancia cosido con hilos de humo. 

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17 de febrero de 2012

Siria a la inversa

"El hermano de uno murió por disparos de un francotirador cuando cruzaba la calle, la madre de otro, en un bombardeo;  todo el mundo quiere contar todo sin esperar. Agitan sus teléfonos: '¡Chouf, chouf, mira!' Un cadáver cubierto de señales de torturas, otro con el cráneo hundido, otro en el que la cámara se detiene en cada herida, agujeros en la ingle, en la pierna, en el pecho, en la garganta. En todas partes me enseñan las mismas cosas... En Homs, cada teléfono es un museo de los horrores." JonathanLittell. Siria, al otro lado del espejo

Hace justo dos años, Loto preparaba entusiasmada, con lápiz HB nº2, sacapuntas y la guía Lonely Planet, el viaje que estos días lee en tinta de imprenta escupida desde las entrañas de quien supo, con maestría, penetrar en las suyas.  

Prontó hará dos años, Loto conoció otro Homs y otra Siria. El primero, de pasada, buscando transporte en una terminal de autobús para cruzar, al revés que Littell, la frontera hacia Líbano. La segunda, en la breve profundidad que permite la pasión contenida tras un bigote o un hiyab, emborrachando los sentidos en las ancianas Damasco y Palmira.

Hace ya dos años que subrayaba con los ojos sonrientes. Hoy  prefiere no resaltar nada ¿para qué? Sólo lee, con la sonrisa triste de la envidia agradecida y el hígado machacado por la rabia de saber que no podría volver y, aunque pudiera... el viaje ya no sería sino su inversa.
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12 de enero de 2012

Y entonces... ¿quién?

Ella es joven pero en su currículum -a pesar de lo que dicen- no asoma el concepto renovación. Quienes la conocen la adornan con una incansable capacidad de trabajo y una férrea determinación. Y aunque el desconocimiento no debería cuestionar esos aderezos, la mirada profana –que no deja de ser mirada ciudadana- sólo descubre en ella blandiblú, plastilina moldeable. Podría liderar -¿por qué no?-  pero sería la lideresa de plástico que mide hasta el milímetro sus “dejarse ver”,  sus poses, sus palabras y su voz…  un timbre delator que la traiciona con unas largas eses y unos insoportables gallos desertores cuando se atreve a dejar de medir.  Y cuando las ganas salen de la garganta y no de las tripas o el corazón… poca o nula credibilidad tienen.
No sirve.
El tiene unos cuantos años pero es tan joven como ella, quizás más. Zorro (en el sentido jurídico del término según sentencia de Juan del Olmo) e inigualable predicador, no tiene nada de manipulable y todo de manipulador… lo que, como a ella, lo convierte en huérfano de las vísceras que lo harían digno de fe. Afirmación que reafirma el argumento, tan manido como cierto, de que ya tuvo -y desperdició- la oportunidad de hacer y de vender esperanza a cambio de ilusión. 
No sirve.  
Y no sirven los mirlos blancos ni los tapados que no se quieren desnudar ni ¡muchísimo menos los que están! ¡¡¡Qué horror!!! Ojalá hubiéramos tenido la posibilidad de comprobar si habrían servido los que quedaron en el camino.
Entonces…. ¿quién? 
¡Qué el futuro nos pille confesados y con el déficit casero a raya!
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5 de enero de 2012

Cierro los ojos...

...los aprieto muy fuerte, concentrada en lo que quiero ¡quiero, quiero, quiero!
Con la mosquitera de lo oscuro envolviendo el cerebro, pinto una varita mágica en el lóbulo izquierdo; el derecho insiste tozudo en llevarme a la Zarzuela y taladrarme con las desfachateces de un tal Urdangarín.
Vuelvo a hacer el repaso de la lista dulce de los sueños... mientras, lentamente, se va produciendo la metamorfosis que me convierte en la despota caprichosa que sabe que tendrá la bici y un Playmobil-bombero.
Y a esperar!
A ver si esta vez, cuando despierte, no tengo que repetir lo que descubrí otro 6 de enero: que los Reyes Magos... ¡no son los padres!

Los Reyes Magos no son los padres
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3 de enero de 2012

Borrón y... no habrá más cuenta

Aunque siempre me produjo miedo acercarme porque bastaba mirarla para escuchar el aullido imaginario de la caricia de una uña... nunca dejé de intentarlo.
Me asqueaba el polvillo blanco que dejaba entre mis dedos, en el pelo, en la ropa. Aún así, hice, deshice y rehice, en el tablero verde,  buscando el resultado que quisieron hacerme creer que tenía.  
Armada con el Destructor paño gris en la mano izquierda y la Creadora tiza en la derecha, borré y escribí, una y otra vez, en la pizarra:

      1
   + 1
  _____

Pero... por más que me empeñé, por mucho que traté de convencerme de que tenía que ser como decían... la solución siempre fue la misma: 

      1
   + 1
  _____
      3

No volveré a escuchar el desquiciante chirrido en mis nervios, ni volveré a engorronar de limadura lechosa mis ganas. No haré de nuevo el sacrificio de la suma imposible. Volví a hacer borrón... pero ya no habrá más cuentas. Al menos, no como esa.
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