8 de junio de 2011

Cinco emociones, cinco segundos

Del amor a la ira y de la ira a la tristeza, a veces infinita, en un momento. Cómo es posible que suceda tan rápido es algo que ni Freud podría explicar con su teoría del Ello y la fuente de las emociones. Pero es real, ocurre. Somos felices y, en segundos, tememos y, entonces, sufrimos. Como sucede que amamos y dejamos de amar en un instante, por un instante que transforma lo amado en desconocido. Como pasa que el amor al que dejó de amar se convierte en odio en un relámpago.

Y sucede siempre en la misma dirección: amor-alegría-miedo-ira-tristeza ¿Por qué cuesta tanto, tanto tiempo, pasar de la última a la primera, de la pena al amor,  transformar igual de rápido el odio en alegría? Quizás sea porque, en el camino inverso, falta el miedo… el temor que lo precipita todo en la dirección más dolorosa. Pero ¿cómo no tener miedo cuando ha dolido tanto amar y pasar de la alegría al odio y del odio al dolor en cinco segundos?

Freeeeuuddddd… ¡explícame por qué ya no sueño!

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5 comentarios:

  1. ...joder, y eso que decías que no se te ocurría nada que escribir...
    ...besazos!!...

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  2. ufffff.....En que coordenadas comunes estamos!!???
    Se, seguro, que esto pasará... está pasando.. lo que no estoy segura es que nunca más se repetirá!!! C'est la vie?

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  3. Aunque las palabras se borren los recuerdos nunca desaparecen...

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