27 de diciembre de 2009

Sopla, sopla que funciona

Estos días Loto recuerda uno de los grandes consejos de su mamá. Siempre era el mismo por estas fechas, porque por estas fechas, inevitablemente, a la Loto en capullo siempre se le ponían las amigdalas como bolas de ping-pong. Visita anual al practicante, preparada la penicilina, culito al aire y ahí estaba ella para decir: "sopla, sopla".
Loto ha vuelto a soplar estos días para evitar las lágrimas de la punzante aguja de la Navidad. Y funciona. Ya pasó.

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