11 de marzo de 2011

El "Game Over" de los simples

Hay simples y hay simples que creen que no lo son.
Los primeros dan lástima… porque no tienen la culpa de serlo.
Los segundos, con su pretendida e insostenible inteligencia y su procurada y rebatible capacidad de hacernos creer lo que no es -ni será- son un problema porque convierten su simpleza en complicación. La transforman en dificultad para el sencillo que los acompaña, incapaz de reconocer sus ficciones… y en problema para ellos mismos… porque pocos simples, de los que son incapaces de reconocerlo, han terminado bien.

Y hay ejemplos a puñados… empezando por el de Pedro, aquél que acabó entre las fauces del lobo de tanto mentarlo sin existir. Como él, hoy justo hace 7 años, un simplón de verbo tartamudo y sonrisa diastémica, trató de hacernos creer lo increíble sobre la dolorosa pérdida de 192 de los nuestros. Quiso el tonto, con su pretendida inteligencia y su mal mentir, mantenerse en el poder. Pero el poder, que no es de los simples, se lo llevó por delante; a él, al lelo mayor y a todos sus sencillos, inhabilitados para entender.

Ligada a su ficción, la de otro bobo de remate incapaz de engullir una galleta sin atragantarse, que atemorizó al planeta con una fábula de armas nucleares y terroríficos seguidores de Allah. El simple -este bien asesorado- consiguió embarcar al mundo en la Novena Cruzada... pero su falsa campaña contra el infiel igualmente fracasó y el fracaso de su mentira también terminó con él.

De la cuerda de los necios, el último ejemplo de simple que cree que no lo es… es, si cabe, mucho más estúpido: un Consejero de Transportes que, con el burdo objetivo de humillar al adversario político, intenta convencer de que ya no existe el billete de 10 que -obviamente- nunca utilizó. De momento ahí sigue... pero su pretendida capacidad de engaño le ha dejado en un ridículo tal que -francamente- difícil es pensar que pueda volver a levantar la barbilla.

Moraleja para los simples del mundo: absteneos de pensar que no lo sois, evitad hacernos creer que podemos ser partícipes de vuestras ficciones, engaños, fábulas y mentiras. Esa es una facultad que no os pertenece y que os llevará, indefectiblemente, al único lugar que os corresponde: el del “Game Over”.

4 comentarios:

  1. ...ya sabes loto que el mas tonto hace relojes...
    ..yo conozco a alguno, tú también...
    ...lo mejor es que irremediablemente en el pecado llevan su penitencia: que se jodan!!..., así será su game over...

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  2. ...o -como diría la mamá de Loto- "a cada cerdo le llega su San Martín"

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  3. Loto, sobrecogedora reflexión. Sólo difiero en un punto: a cada cerdo no le llega su San Martín. Los hay que libran.

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  4. ...así es Iconos... pero -por fortuna- son los menos. Otro dicho de la madre de Loto: "el tiempo pone a cada uno en su lugar".

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