16 de octubre de 2012

El alma, el corazón... y el dinero

2008. “No hay crisis, sino una suave desaceleración”

Eran la pareja perfecta, la única en la que el dicho “estaban hechos el uno para el otro” no era sólo una forma de hablar. Ella sentía al ritmo de sus latidos; él se entusiasmaba cuando ella reía y se entregaba a la paz con su quietud. Ignorantes, era el suyo un entendimiento pleno. Sincronizados, el corazón vivía la intensidad de ella; el alma soñaba enérgica con la vitalidad de él.

2010. “Navegamos en aguas sin cartografiar”

Un golpe, dos “ay”, una risa, otra, dos golpes más. Entre palos y penas, peleaba el alma con fuerza. Y su lucha... desbocó al corazón. Ella ya sabía. Él todavía no... y erraba agitado, en un cada vez más costoso palpitar, entre sus insomnios y las incomprensibles pesadillas de ella. 

2012. “Son decisiones difíciles, pero necesarias”

Agravada la disputa desigual, la última derrota del alma fue letal para el corazón. Ni sístole. Ni diástole. Pero ella ¡no podía dejarlo ir! Sabia que no podía ser sin él y, por él, se sacrificó consciente de lo que el sacrificio significaba. 
La Química los volvió a sincronizar.
El corazón sobrevivió a golpe de pastilla. La misma que robó al alma... la capacidad de soñar. 
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6 comentarios:

  1. Te mereces soñar todas las noches de esta vida...y de las próximas, ojos verdes

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    1. De momento me conformo con hacerlo despierta... aunque volveré a soñar de noche! Gracias ojos sin nombre.

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  2. Verdes como los tuyos, aunque hace mucho que no los veo. Pero todavía los siento....

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  3. La química, caprichosa tiranía siempre, nos salva o nos aparta, … en el recuerdo, la piel, el olor del cabello, y las pastillas … aquellas pastillas blancas q devolvieron cierta lucidez a tu loca y deliciosa cabeza …

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