2 de febrero de 2010

Sueño XXI: asesina del asesino de la televisión

Una casa blanca en un monte oscuro; un lugar perdido, desconocido. Loto está acompañada por otras dos personas en un viaje onírico cargado de acción; son algo así como unos Ángeles de Charlie a lo pueblerino y de sexo indefinido. Aparece en escena el ganador de Gran Hermano. Enemigo público, el bondadoso personaje muestra su lado más oscuro. Va armado. Persigue a Loto y a sus compañeros. La adormidera del agua, protagonista indiscutible del trío parapolicial, deja de correr, se para, da media vuelta y, en un arranque de valor y buen hacer marcial, consigue desarmar al desalmado con tres patadas de Kun-fu. Toma su pistola y le pide que se detenga, pero él sigue avanzando hacia Loto, mostrando sus dientes entre lágrimas de rabia e impotencia. Apuntándole al corazón, ella vuelve a pedirle que pare, pero él no puede, ya tiene el corazón roto y no tiene nada que perder. Loto dispara una vez y equivoca el tiro; vuelve a disparar y apenas le roza el brazo. Sabe que sólo tiene tres balas, diminutas. El tercer disparo impacta en el pecho del Gran Hermano que, sin embargo, sigue avanzando hacia Loto. Loto vuelve al mundo real sin saber si ha asesinado o no al destrozado, descorazonado, dolido asesino de la televisión. Pobre!

1 comentario:

  1. Caray Loto, ¡qué angustiosos son últimamente tus sueños, parecen pesadillas!
    ¿Has probado con la dormidina o alguna droga similar?

    ResponderEliminar