Suave, recién lavada y con olor al suavizante de casa, se me cayó la toalla al agua justo cuando llegaba a nuestro río para pasar el día.
Te pedí que me ayudaras a secarla, tomándola de un extremo, mientras yo la torcía y retorcía.
Juntas conseguimos quitarle un poco de agua, pero no le devolvimos ni el olor ni el tacto que tenía mi toalla recién lavada. Y lo peor: el estrujamiento consiguió retorcerme a mí también y a ti… a ti casi te deja exhausta.
Así que no voy a volver a torcer y retorcer, estrujándome y extenuándote.
Porque, aunque sea tiempo de lluvia y queden demasiadas nubes, ya estoy buscando el sol...
...que saldrá.
Y entonces sé que me harás hueco en tu pareo mientras dejamos que el sol haga el trabajo y nosotras disfrutamos del día en nuestro río y disfutamos... ¡de nosotras!
Gracias linda!
____________
Te mereces estrujar todas las toallas del mundo y alrededores! Y das muuucho más de lo que crees. TQ. M.
ResponderEliminarEs tan cansino estrujar... que mejor dejarlas secar al sol!
ResponderEliminarYSQTQ